Hace unos días, nos tomamos un merecido descanso y nos fuimos a una de las ciudades más bonitas de Europa, eso es lo que dicen quienes la visitan. Y no les faltan razones.
Visitar Budapest es una experiencia sensorial que empieza por los ojos y acaba por la piel. Y es que la capital de Hungría es famosa por sus baños termales.
Por supuesto no nos perdimos ninguna de las visitas obligadas de esta hermosa ciudad. El Castillo de Buda, el laberinto, la Basilica de St. Esteban, el Parlamento, la Opera, el Mercado Central, la Gran Sinagoga, y la Iglesia de San Matias, nos bañamos en los balnearios, cruzamos tres de los ocho puentes que unen Buda con Pest, navegamos por el Danubio, subimos en el funicular y en el metro, que dicho sea de paso, parece una atracción de feria, callejeamos e incluso fuimos a un pequeño mercadillo.
Pero vamos a lo que vamos.
Nosotros, lo que realmente queremos enseñaros es un espacio autentico donde los haya. Se trata del Szimpla Kert, el “Ruin bar” por excelencia de Budapest, que en 2012 ocupo el tercer puesto de los “100 mejores bares del mundo”
Los ruin-bar se caracterizan por ser locales que han aprovechado el espacio ofrecido por un edificio antiguo y abandonado, muchos de ellos estan en antiguas fabricas o casoplones de varias plantas del antiguo gueto judío de la ciudad. El Szimpla Kert se sitúa en una antigua vivienda de varias plantas con un patio interior (kert, lo que viene siendo un jardín) allí hay una terraza al aire libre donde los budapestinos pasan las calurosas noches de verano refrescando la garganta con una buena cerveza y escuchando música en directo.
La atmosfera que envuelve al Szimpla Kert tiene un rollo muy underground, la fachada del edificio está que se cae, muy deteriorada, y hemos de deciros que sino hubiéramos oído hablar de él, nunca habríamos entrado. Pero por suerte para nosotros, ya sabíamos donde íbamos. Una vez dentro te encuentras con un enorme edificio con rincones llenos de bric-a-Brac, graffiti, arte y todo tipo de elementos inesperados.
La verdad que el local de Szimpla Kert es bastante auténtico, da la sensación de que todos los elementos de la decoración se han encontrado en la basura y se han reutilizado, pantallas viejas de ordenador, cableado iluminado, lámparas de todos los estilos, bañeras a modo de asientos e incluso un coche partido por la mitad haciendo las funciones de sofá, maniquíes, muñecos, un pato de alguna atracción de feria y algunos posters por la pared.
Bicicletas que flotan, sillas colgantes, peces voladores, un caballito de madera…surcan el cielo de la terraza
Siéntate en un antiguo Trabant, o en una bañera desvencijada partida por la mitad, o en un plinton, para tomar una copa, ver cine al aire libre, o participar en una sesión de música improvisada.
No podemos dejar de mencionar los baños, autenticas joyas que no te puedes perder
Por lo demás, el Szimpla Kert nos pareció un lugar muy auténtico, un lugar donde el “reciclaje” encuentra su máxima expresión, un sitio que muestra una vida nocturna de Budapest muy distinta y variopinta, y donde tomar una copa con buena compañía y con una música nada estridente,es un verdadero placer, sin lugar a dudas, es un lugar que no podéis perderos si visitáis esta hermosa ciudad.
Tenemos que reconocer que el “caos” reinante en cuanto a decoración se refiere, a nosotros nos encantó, y a vosotros ¿que os parece ?
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Genovés Atelier
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