Viendo en internet los impresionantes cambios de cocinas tras forrar las puertas de los armarios con vinilo autoadhesivo me dije ¿por qué no probarlo con las puertas de un armario empotrado? Dicho y hecho, aquí tenéis el antes y después de un armario forrado con vinilo autoadhesivo.
La verdad es que estas vacaciones han dado mucho de sí, no sólo he aprovechado para viajar y descansar, sino que también he puesto en práctica varios proyectos que tenía pendientes y que os iré mostrando poco a poco. Uno de ellos era el de renovar las puertas de un armario empotrado que venían “de serie” con el piso y que nunca me gustaron demasiado.
Hace tiempo pinté las puertas del armario de otra habitación (para ver el resultado click aquí), pero eran sólo dos puertas y éste tiene seis, lo que supone más dinero en pintura y más tiempo para terminarlo. Tras barajar varias opciones opté por forrar las puertas con vinilo autoadhesivo ya que, además de económico, me permitía cambiar el aspecto de las puertas en una jornada al no tener que esperar al secado entre capas y capas de pintura.
Para forrar las puertas del armario con vinilo autoadhesivo lo mejor es demontarlas e ir haciéndolas una por una. De esta forma también se puede hacer en varios días para que no resulte tan pesado. En la siguiente imagen podéis ver el proceso:
Como podéis ver las puertas eran planas, sin ningún tipo de molduras, pero al ser una superficie extensa conviene humedecer la superficie para que no queden burbujas al colocar el vinilo autoadhesivo (click aquí para saber con detalle cómo instalar vinilo autoadhesivo y que no queden burbujas). En caso querer colocar el vinilo sobre una puerta con molduras, debemos utilizar aire caliente (de un secador de pelo, por ejemplo), para que el vinilo se adapte mejor a la moldura.
Tras acabar de forrar con vinilo autoadhesivo todas las puertas, las tuve que quitar otra vez para forrar el tapajuntas del marco del armario, así que recomiendo que se forre antes el tapajuntas y luego las puertas (y no al revés como yo hice). En la siguiente imagen podéis ver cómo quedó el armario todo forrado.
Ya tenía el armario con las puertas blanco brillo como quería pero me resultaba un poco soso, así que hice unos vinilos en color negro para alegrarlo un poco. Se me ocurrió una composición con unos pájaros sobre un cable (click aquí para ver el paso a paso) y un gracioso gato que los miraba con oscuras intenciones. En la siguiente imagen se puede ver con detalle los dos vinilos.
Por último cambié los pomos por unos blancos para que pasaran más desapercibidos y que las puertas se vieran más como un mural y no como un armario. Viendo este antes y después, quien diría que era el mismo armario ¿verdad?
Para forrar las puertas de este armario utilicé unos 7 metros de vinilo autoadhesivo blanco brillo a 2,5 euros el metro (parte delantera de la puerta y laterales), más 1 metro de vinilo negro para los detalles y los pomos me costaron a 1,5 euros cada uno, así que por menos de 30 euros he conseguido darle un aspecto actual y decorativo a un armario que era de lo más corriente. ¿Qué te ha parecido este tuneo? ¿Te animas con el tuyo?
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