En este artículo aprenderás de forma fácil y rápida de qué están hechos los grifos, de qué material protector están recubiertos, y las principales ventajas de los grifos recomendados: los grifos de latón cromado.
¡Vamos allá!
¿De qué están hechos los grifos?
Los grifos se fabrican con 3 materiales principalmente: con un material denominado zamak, con latón y con acero inoxidable. Nos estamos refiriendo a la fabricación del cuerpo de estos grifos, evidentemente. Aparte del propio cuerpo los grifos tienen otros materiales con los que se fabrican el resto de elementos constitutivos (cerámica en el sistema de apertura, gomas para las juntas, otros metales para el recubrimiento,…).Pues bien, entrando un poco más en detalle de los materiales antes comentados constitutivos del cuerpo de los grifos, tenemos las siguientes características de los materiales:
Zamak. El Zamak es un material que se usa bastante en grifería, principalmente en aquella más barata. Las siglas de Zamak derivan de la composición de esta aleación: Zinc, Aluminio, MAgnesio y Cobre (Kupfer, en alemán). Los grifos de zamak se suelen revestir en cromo, para así conseguir el típico aspecto brillante.
Latón. El latón es una aleación de cobre y zinc. Sin embargo el latón no es una aleción única, sino que existen muchos latones: tantos como porcentajes diferentes de cobre y aluminio pueden forman parte de las distintas aleaciones. En todo caso, y como norma general, los latones se caracterizan por su elevada resistencia a la corrosión. Habitualmente se presentan cromados, aunque también se pueden dar acabados con pintura especial.
Acero inoxidable. El acero inoxidable es otro material con el que se pueden fabricar los grifos. No es, desde luego, el material más común, pero sí que se fabrican. De todas formas, existen muchos aceros inoxidables, existiendo algunos más «inoxidables» que otros.
Revestimiento más habitual en los grifos: el cromado
Efectivamente el cromado es el acabado más común en los grifos. El cromado consiste en el revestimiento de la superficie exterior de un grifo con una capa finísima de cromo. El cromo aporta una mayor dureza y un acabado mucho más vistoso.El cromado no sólo se puede hacer sobre latón, sino que se puede hacer sobre Zamak y sobre plásticos. El cromado es, por tanto, un revestimiento tremendamente común de acabado de griferías, independientemente de la muchas más superficies: sobre el Zamak, sobre latón, sobre acero y sobre plástico. En cualquiera de los materiales anteriores se puede dar esa capa final de cromo, que le dará el aspecto brillante característico del cromado.
En cuanto a la forma de aplicar la capa de cromo sobre los grifos, la forma más habitual es mediante un baño electrolítico, de tal forma que el objeto a cromar se sumerge en un baño de sales electrolíticas, constituyendo él mismo el cátodo, sobre el que se irá depositando el cromo que se encuentra en el baño.
En los grifos de latón, la aplicación del cromado se hace en realidad en 2 fases. En la primera fase se aplica una capa de níquel, que es un metal muy resistente a la corrosión. Finalmente se aplica el cromo, que dará el aspecto brillante al grifo. Esta última capa es realmente fina, mucho más que la capa anterior de níquel.
El cromado del recubrimiento es una capa sumamente eficiente de protección frente a la corrosión de la grifería. El funcionamiento de esta protección es el siguiente:
El cromo de la superficie se oxida, formando una capa finísima de óxido de cromo (Cr2O3). Esta capa de óxido resulta ser un eficaz sistema de autoprotección, ya que impide que la oxidación penetre más. Además, es una capa de alta dureza.
De esta forma obtenemos finalmente los grifos de latón cromado: superficie interior de latón, muy resistente a la corrosión, que viene recubierta exteriormente por una capa de cromo, que le da mayor resistencia, dureza y belleza.
Durabilidad de los grifos de latón cromado
La durabilidad de los grifos de latón cromado está asegurada por los 2 elementos constituyentes de estos grifos y que tienen una elevada resistencia a la corrosión y elevada durabilidad. Por un lado tenemos el cuerpo de estos, fabricado en latón, y por otro el revestimiento: el cromado.En cuanto al latón del cuerpo de los grifos, este material nos garantiza una vida útil muy grande. Efectivamente, como hemos visto, el latón es una aleación metálica que tiene una elevada resistencia a la corrosión.
Esta elevada resistencia es fundamental, pues el grifo es un sistema que se encuentra en continuo contacto con el agua.
En su parte interior una gran parte está siempre con agua a presión. El resto del conducto tendrá a veces agua y a veces no. Y por la parte exterior está continuamente en contacto con salpicaduras y ambiente húmedo.
La corrosión, como sabemos, es la oxidación de los metales que se produce en presencia de agua. Se trata de una oxidación de éstos que se produce de forma acelerada, por la propia presencia del agua, que actúa acelerando enormemente el proceso de oxidación.
Por eso es muy importante el latón. El latón es enormemente resistente a la corrosión.
Pero además de lo anterior está el hecho del cromado, que supone una capa de protección más.
La principal propiedad que aporta esta capa de cromo es, además del brillo, la dureza. De esta forma se protege de rayones a las capas inferiores, principalmente la inmediata inferior de níquel. Esta capa de níquel protege muy eficazmente contra la corrosión.
Como resumen podemos decir que, debido al ambiente en el que se encuentra el grifo, el principal agente exterior que puede atacar al grifo es el agua, provocando corrosión.
Con los grifos de latón cromado podemos garantizar una vida útil realmente larga, sin mayores preocupaciones, siempre que mantengamos, al menos, un mínimo de cuidados y un mantenimiento básico.
Cuidados y mantenimiento del cromado
Todo lo anterior no serviría de nada si no mantenemos un mínimo de atención a los grifos, y les procuramos unos cuidados mínimos, y un mantenimiento adecuado.Los cuidados mínimos se refieren principalmente a que evitemos usar productos agresivos o que evitemos los rayones.
El mantenimiento se refiere principalmente a una limpieza adecuada.
Para evitar dañar la capa de cromo, debemos tener unos cuidado mínimos, evitando que entre en contacto con los grifos algunos productos habituales en nuestros hogares que le afectan de forma muy importante, y pueden llevar al traste el cromado superficial.
Estos productos perjudiciales son:
Agua fuerte
Aguarrás
Alcohol
Amoniaco
Lejía
Sosa caústica
Detergentes abrasivos
Acetona
Estropajos
En todo caso, siempre deberemos limpiarlos en caso de que se depositen manchas de cal en su superficie. Esta cal depositada en la superficie viene del carbonato cálcico que llevan las aguas más o menos duras.
En caso de que no limpiemos estas manchas, esta cal puede reaccionar con las superficies metálicas y conseguir incluso picar la superficie. Estas picaduras son los puntos de inicio de la corrosión. En estados más avanzados aparecen manchas verdes, indicando en este caso que la corrosión ha llegado al níquel. Las manchas verdes son las sales de níquel.
Con unos cuidados mínimos (evitando los productos agresivos) y con unas labores de limpieza básicas (limpiando las manchas de cal) conseguiremos que la vida útil del cromado y, por tanto, del grifo, sea realmente elevada.
En todo caso, si nos hemos descuidado y han aparecido los primeros síntomas de corrosión o daños en el cromado, ¡no te preocupes! Todavía se puede arreglar. Pero este arreglo lo dejamos para un próximo artículo, que titularemos como reparación de cromado dañado o algo semejante. ¡Hasta la próxima!
El artículo Grifos de latón cromado: el grifo con la mejor relación calidad precio ha aparecido en primer lugar en zonahogar.