Me declaro una empedernida por la naturaleza, su cuidado, deleite y preservación por eso, en la medida de lo posible, intento practicar uno de los principios ecológicos que me inculcaron durante mi formación primaria, las tres R:
Reciclar.
Reutilizar.
Reusar.
A su vez, intento transmitir tales principios a las personas que me rodean, pero los comparto no con palabras sino con acciones. Mis primos y hermanos menores pueden observarme siempre cuando ingenio estrategias para emplear una vieja caja de cartón en posibles inmovilizadores para e incorporarlos a nuestro botiquín de primeros auxilios de cuando salimos a acampar a la montaña.
Así, con múltiples objetos que pueden concebirse como material de desecho, pero si se es creativo y se quiere innovar se puede dar una segunda oportunidad a tal elemento.
Hoy, quiero compartirles una de mis creaciones favoritas donde pongo en práctica, una vez más, mis principios ambientales, reciclar. A continuación, les narro por medio de imágenes un poco de texto acerca del diseño de un antiguo cajón de frutas en desuso que ahora funge como una hermosa bandeja para notebook. Mucha atención y manos a la obra. ¡Es tiempo de crear!
Los materiales que utilicé fueron pocos y bastante económicos... hasta diría que no me costó absolutamente nada...
Materiales
2 cajas de frutas o verduras en buen estado (que cualquier verdulero de barrio te puede regalar)
martillo y clavos