Dicho material, basta con graparlo a las bigas de madera con una grapadora de cualquier tipo. Yo lo hice con una manual.
Posteriormente colocaremos las maderas, se venden en tiras que ya vienen con las muescas para que encajen unas con otras. En mi caso las compré de madera virgen y yo mismo les hice el tratamiento con los barnices.
En mi caso, las vigas no mantenían una equidistancia perfecta, de modo que tuve que ir midiendo progresivamente cada tablero o grupo de tableros que iba cortando.
Para cortar los tableros usé una sierra de calar estandar.
Antes de colocar los tableros, se deben colococar las guías donde irán los tableros apoyados. En mi caso elegí unas con foma circular aunque las hay con forma recta, o fresadas, es decir, se les ha pasado una fresadora y tiene una forma más elaborada. En el centro de bricolaje o carpinterías se puede encontrar cierta variedad.
Dichas quías van colocadas con simples clavos de 5cm atravesados en ángulo contrario al sentido de caída o inercia que tendra todo cuando esté instalado, en ángulo de 45º atacando de arriba hacia abajo.
Una vez puestas las guías, basta con ir poniendo tablero tras tablero e ir encajando uno detrás de otro. En mi caso van todos superpuestos sobre las guías sin clavos ni grapas para que tenga el juego sufiente cuando dilate y encoja la madera.
Finalmente, se aplica una última placa del barniz que nos guste.