Naturalmente, las primeras marcas sólo montan cristales de calidad excepcional, de los que hay contados yacimientos en el mundo... ¿Pero tanto como para llegar fácilmente a los 1.500 euros, una cantidad por la que podemos comprar una cámara fotográfica réflex profesional, atiborrada de tecnología?
Un amigo, guarda forestal, me dio la solución al 'enigma': sencillamente unos buenos prismáticos duran toda la vida, aun sacándolos al campo a diario. ¡Con frecuencia pasan de padres a hijos! El importe de la adquisición se convierte así en algo más que razonable.
La calidad del montaje, además de los selectos materiales, garantiza una duración excepcional. ¡Os invito a presenciar el trabajo completo!
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: