No es muy fácil, ni barato, conseguir una de esas preciosas campanas de presentación que usan en los restaurantes, y en las películas románticas (según opina Pedro, el autor de este tuneo) para presentar los platos y preservarlos calientes.
Yo tengo un par de campanas de cristal que uso con pasteles y galletas pero he de decir que son muy pequeñas y si el alimento en cuestión es grande no me sirven en absoluto, por no hablar del constante riesgo de rotura.
En fin, que estaba yo intentando hacerme con una de acero inoxidable que fuese grande, muy usable y que no me desequilibrase el presupuesto del mes cuando se me ocurrió la gran idea: ¡La íbamos a fabricar! Bueno, esto es una manera de hablar, jeje, la iba a fabricar Pedro, mi compañero
de trabajo, manitas, e inventor al decir del ferretero de la esquina del que es cliente mas que habitual.
En cuanto se lo sugerí, con su amabilidad habitual, puso en marcha el proceso y, con su permiso, aquí os dejo, el resultado.
Materiales:
* 1 bol Blanda de IKEA de 28 cm (5,59 euros)
* 1 pomo de acero inoxidable (2,34 euros)
* 1 taladro eléctrico con brocas del tamaño adecuado al tornillo del pomo
Resultado:
¡Una campana "de lujo" por 7,93 euros! y que me hace un papelón, oye, tanto que voy a ver si lío a Pedro y me consigo otra con el bol de tamaño 36 cm, jeje.
El de 28 cm va "al pelo" para combinar con el plato Florera de IKEA, de 29 cm en acero inoxidable por 6,99 euros. Total, que tenemos un plato campana superglamuroso por 14,92 euritos.
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