No tengo tiempo, no tengo gracia, no me atrevo a hacer esas cosas, prefiero comprarlo hecho… éstas son algunas de las excusas más utilizadas para no ponernos manos a la obra con nuestros DIY. Por todos estos motivos, porque los DIY no nacen sino se hacen, os voy a dar 5 razones para iniciarnos en este apasionante mundillo del “hazlo tú mismo”.
1.- Porque hay un DIY para ti
Está claro que ni todos somos unos manitas ni se nos da bien las mismas cosas pero seguro que hay algo que podemos hacer con un poco de imaginación y maña. El universo de los DIY es infinito, desde customizar una prenda de ropa o un accesorio, a tunear un mueble, decorar una caja, pintar una botella…. seguro que hay algo que se te da bien y además te encanta hacer. El secreto está en no embarcarse en DIY faraónicos, sino en empezar por cosas sencillas e ir probando poco a poco con proyectos más laboriosos. Tal vez nuestros primeros DIY no salgan perfectos pero nadie nace enseñado y podemos aprender de nuestros errores para no cometerlos en los siguientes DIY.
2.- Porque es sostenible
Nuestra sociedad está dirigida al consumo, estamos acostumbrados a comprar-tirar-comprar y, de hecho, en muchas ocasiones resulta más rentable comprar un objeto nuevo que repararlo. Aún así, renovar y recuperar objetos es una opción a tener en cuenta.
Podemos darle una segunda oportunidad a aquellas cosas que están olvidadas en un cajón o un armario, e incluso a otras que han dejado abandonadas al lado de un contenedor.
En Internet podemos encontrar multitud de inspiraciones, así como tutoriales y trucos para reciclar viejos objetos y darles una utilidad que nunca se nos hubiera pasado por la cabeza. Todo es cuestión de ponerle ganas y con un poco de esfuerzo para que en breve podamos disfrutar de nuestras creaciones.
3.- Porque es sociable
Facebook, Twitter, Pinterest, Youtube… son algunas de las opciones más conocidas para compartir nuestros DIY. También podemos enviar nuestras creaciones a blogs temáticos o participar en concursos.
Nosotros compartimos las creaciones de nuestros amigos y conocidos, ellos comparten las nuestras, poco a poco vas descubriendo blogs y comunidades en los que contactas con gente que tiene tu misma afición a los DIY, nuevas ideas, nuevos proyectos, nuevos trucos…
4.- Porque engancha
Llega un momento en el que parece que los DIY te salen solos, donde los demás ven una bandeja tú ves un colgador para tus joyas, o un día has pintado un mueble con spray y al siguiente te animas a lacar las puertas de tu armario, o te quedas mirando fíjamente a un objeto y no paras de darle vueltas sobre cómo lo podrías reutilizar…
Si has llegado a este punto, definitivamente estás enganchado a los DIY, pero no te preocupes porque no es algo dañino para tu salud sino más bien beneficioso y altamente gratificante.
5.- Porque la satisfacción personal de hacerlo tu mismo, no tiene precio
A veces nos planteamos si realmente merece la pena, si no va a salir más caro el tiempo y material invertido que comprar un objeto nuevo, pero hay cosas como la satisfacción personal de hacerlo uno mismo, que no tienen precio.
Saber que somos capaces de hacer algo con nuestras manos y un poco de creatividad, proporcionarle ese toque personal y único, darle una segunda vida a algo que iba a terminar en la basura, compartirlo con los demás, recibir sus elogios o sus críticas para ayudarnos a mejorar… todo ello en conjunto ayuda a alimentar nuestro amor propio, algo que nunca viene mal.
Espero que con estas 5 razones te animes a desarrollar tu creatividad y te pongas manos a la obra con tus propios DIY.