5 adornos rústicos de jardín


Los enseres tradicionales de las casas de campo son cada vez más valorados en nuestra agitada vida  moderna. Buscar piezas humildes en sótanos, trasteros y desvanes para utilizarlas en la decoración de la casa es un hobby apasionante, cada día con más con seguidores. Los bricolegas tenemos la gran ventaja de que podemos copiar esos artilugios y hacerlos pasar por originales. ¡Acompáñanos a ver algunos ejemplos de adornos rústicos de jardín llenos de encanto y sencillez!


Las antiguas mesas de zapatero, son perfectas como adornos rústicos de jardín por ser tan bajas y pequeñas, quedan muy bien en terrazas, porches y jardines como soporte para las plantas. Si no encuentras una original, puedes copiar la que recoge la foto empleando madera de reciclaje: encofrados, tablas de embarcadero, viejas tarimas, piezas de muebles desguazados... ¡Mientras más vieja y nudosa, mejor!

Y si dispones únicamente de tablas nuevas, puedes envejecerlas en poco rato de manera muy convincente. Golpes con piedras o martillos, arañazos con un cepillo de alambre, muescas con el formón, lijado con estropajo natural, y una mano de cera con betún de Judea, convertirán la madera más rozagante en una vetusta y hogareña tabla, esta es otra idea genial de adornos rústicos de jardín.

Las carretillas de madera a la antigua usanza son otro elemento lleno de atractivo. Todos los consejos de la pieza anterior te sirven para envejecer las tablas, y si prefieres pintar tu carretilla bastará redondear bien los cantos, con papel de lija o estropajo, para que el adorno tenga una apariencia muy añeja, como si lo hubieras encontrado en una casa de campo.

¡El montaje es muy sencillo! Para hacer las ruedas, te recomendamos seguir el método de Paco, el vecino de nuestro amigo BNF, en su espléndida sembradora.

¡Otro macetero lleno de sabor y encanto! Las antiguas cajas de gaseosa combinarán de maravilla con un florido cargamento para adornar y alegrar un rincón del porche, la terraza o el jardín. Ese tipo de artilugios abunda en los almacenes de antigüedades rústicas, popularmente llamados derribos.

Mientras consigues alguna pieza original, puedes fabricar algo parecido en ese estilo tradicional que tanto nos gusta. Aquí tienes el paso a paso de una cesta de madera que cualquier visita te robará a la primera oportunidad.

¡Seguimos aprovechando restos de madera para copiar enseres rústicos! Ahora tenemos a la vista un clásico cubo de madera y chapa, que por cierto se sigue utilizando en la actualidad para alquitranar las calles.

La chapa, de 1 mm y más fina, puedes comprarla en los almacenes de hierro. Se recorta fácilmente con la tijera especial de chapa y se fija a la madera con puntillas. Una barra fina te servirá para el asa, doblándola con alguna herramienta casera como las de nuestro amigo Chapucero.

Finalmente, un delicioso toque campero con este pilón de piedra, parecido a muchos que se venden en los citados derribos. Si te animas a coger la maza y el cincel podrás tallar poco a poco un bloque de piedra, hasta darle la apariencia de una fuente de montaña.

El detalle del antiguo grifo amarillo pone la guinda a nuestra galería de enseres rústicos. ¿Cuál de ellos preferirías copiar y poner de adorno en tu jardín?

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