¿Por qué conformarse con algo que no nos gusta?
Hoy os invito a cambiar una puerta que no os guste... Un poco de color, algo de imaginación y tendréis una puerta a vuestro gusto.
Estaba cansada de la puerta tan aburrida que tenía en el salón del sótano y me dispuse a darle un toque de color y alegría.
Transformar una puerta antigua es lo más sencillo del mundo y os garantizo que el resultado merece la pena...
Aquí os dejo la evolución del cambio de la puerta que he tuneado. Os animo a que lo hagáis porque no tiene deperdicio.
Community&Decor
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Como véis la puerta antigua era una puerta sobria, apática y aburrida. Eché dos capas de pintura blanca sin imprimación y una vez seca, compré estos vinilos decorativos por un módico de precio de 8 ?.
Es un trabajo rápido y merece la pena si vuestro espacio no tiene luminosidad y carece de ventanas. El blanco otorga mayor espacialidad y si queréis darle un toque divertido, qué mejor que añadirle unos adhesivos decorativos de bajo precio.
¿Existe mayor satisfacción que hacerlo tú mismo?