Como veis se trata de tres piezas ,con diferentes formas
En las tres he puesto nuestros nombres en el interior a modo de decoración
El tratamiento que les he dado ha sido con aceite de oliva ya que pueden usarse para contener alimentos, no obstante yo recomendaría que solo se usaran con alimentos que no contengan salsas y de hacerlo lavarlas posteriormente en profundidad.
Cuídense amigos y hasta la próxima
El plato de madera (cuento)
¡Pobre abuelo! Había pasado la vida trabajando de sol a sol con sus manos; la fatiga nunca había vencido la voluntad de llevar el sueldo a casa para que hubiera comida en la mesa y bienestar en la familia. Pero tanto trabajo y tan prolongado se había cobrado un doloroso tributo: las manos del anciano temblaban como las hojas bajo el viento de otoño. A pesar de sus esfuerzos, a menudo los objetos se le caían de las manos y a veces se hacían añicos al dar en el suelo.
Durante las comidas, no acertaba a llevar la cuchara a la boca y su contenido se derramaba sobre el mantel. Para evitar tal molestia, procuraba acercarse al plato, y éste solía terminar roto en pedazos sobre las baldosas del comedor. Y así un día tras otro.
Su yerno, muy molesto por los temblores del abuelo, tomó una decisión que contrarió a toda la familia: desde aquel día, el abuelo comería apartado de la mesa familiar y usaría un plato de madera; así, ni mancharía los manteles ni rompería la vajilla.
El abuelo movía suavemente la cabeza con resignación, y de vez en cuando enjugaba unas lágrimas que le resbalaban por las mejillas; era muy duro aceptar aquella humillación.
Pasaron unas semanas y una tarde, cuando el yerno volvió a su casa, encontró a su hijo de nueve años enfrascado en una misteriosa tarea: el chico trabajaba un pedazo de madera con un cuchillo de cocina. El padre, lleno de curiosidad, le dijo:
– ¿Qué estas haciendo, con tanta seriedad? ¿Es una manualidad que te han mandado hacer en la escuela?
– No, papá – respondió el niño.
– Entonces, ¿de qué se trata? ¿No me lo puedes explicar?
– Claro que sí, papá. Estoy haciendo un plato de madera para cuando tú seas viejo y las manos te tiemblen.
Y así fue como el hombre aprendió la lección y, desde entonces, el anciano volvió a sentarse a la mesa como toda la familia.
Fuente-http://arrugasapreciadas.blogspot.com/2012/01/el-plato-de-madera-cuento.html