Una confesión

¿Pensáis alguna vez en un trabajo terminado que, aunque os gusta mucho, siempre os provoca la sensación de que no tendríais que haberlo arreglado así? A nosotras nos pasa sólo con uno, con un armarito hecho polvo que llegó hasta el taller y que ya os mostramos hace un tiempo. El mueblecito era como estos que hoy os traemos, el clásico que antes se tenía en los baños de todas las casas para guardar afeites y primeros auxilios. Y la cosa es curiosa pues, desde el principio, este trabajo nos dio muchos problemas, como si nuestro querido auxiliar intentara decirnos que así no se veía, que él quería volver a estar como nuevo, pero blanco y sencillo, y con el aire vintage que el tiempo le había concedido. Ahora luce azul y conserva el encanto intacto de su estética retro, pero tenemos esa espinita clavada y hoy tocaba compartirla...



Foto


Foto


Foto

Foto




Y vosotras, ¿tenéis alguna confesión decorativa que hacer?

Fuente: este post proviene de Retro y con Encanto, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

¡Cuánto tiempo sin publicar por aquí! Lo cierto es que no estamos muy activas por redes últimamente, pero nos resistimos a irnos, eso seguro... El motivo de esta publicación es enseñaros el cambio que ...

Esta historia va del horno tostadora que veis bajo la ventana, y que un buen día dejó de funcionar. Después de cerciorarnos de que no tenía arreglo posible, lo normal habría sido deshacernos de él en ...

Recibimos este silloncito de regalo. Estaba en perfecto estado, incluida la rejilla que tan delicada es... Sólo necesitaba encolarse por algunas partes, y de ahí la cuerda que veis abajo. Después de d ...

Recomendamos