Esta semana os voy a enseñar otro trabajito del verano, otra maleta viajera, lo reconozco, son mi debilidad, me encantan y tunearlas, reciclarlas, renovarlas y darlas una segunda oportunidad me gusta mucho más, así es que ahí van los pasos que he seguido con esta maleta antigua que la pobre estaba guardada esperando su tuneo, y la he convertido en un complemento decorativo para casa. Espero os guste el resultado .
Primero y como siempre, ya sabéis: una buena limpieza, agua y jabón, pero en este caso he tenido cuidado con el interior, ya que esta forrado de papel y he querido dejarlo tal cual es original.
Después, una vez seca le dí dos manos de pintura a la tiza, esta vez he probado otra marca de una conocida tienda especializada en el hogar. Elegí un tono blanco roto, tiene dos manos, pinté por fuera y por dentro respetando el papel y también pinté la manilla, y los herrajes los pinté con acrílica metálica color bronce.
reciclando una maleta antigua
Una vez seca la pintura, elegí unos motivos de papel-cartón para pegar sobre ella y por los laterales.
recilando una maleta antigua
reciclando una maleta antigua
Me resultaba sosa sólo con los motivos, así es que pinté con acrílica unas letras con la técnica stencil.Por último para darle un aire trotero y vintage, lije para que saliera el color original solo por algunas zonas, y envejecí con betún de judea los laterales y las costuras a mi manera, según me lo pedía ella y para terminar un acabado de cera incolora.
Y lista para decorar: que os parece?