¿Verdad que así queda mucho más elegante el espejo inclinado?
Es una colocación válida tener un espejo inclinado, pueden ser los antiguos como para los modernos, y el montaje resulta sencillo como veremos a continuación.
Nos metemos entre bastidores para ver cómo se ha colgado el espejo inclinado.
Por abajo, dos cáncamos realizan la función que habitualmente se confía a la parte superior del marco cuando colgamos un cuadro. Son las fijaciones que asumen la mayor parte del esfuerzo.
Y por arriba, dos tensores sujetan el espejo a una distancia regulable de la pared. Estos elementos reciben una carga moderada, es el mismo planteamiento que cuando sujetamos una pesada barra apoyada en el suelo: aunque esté inclinada, con muy poco esfuerzo la mantenemos inmóvil.
Aquí podemos ver desde más cerca los tensores de la parte de arriba. Primero se colocó el de abajo, que tiene una sola varilla de metal.
Ya con el espejo colgado, se añadió otro tirante, que como vemos lleva dos varillas en paralelo: gracias a las pletinas, puede ajustarse de manera que comparta equitativamente el trabajo con su colega
Como refuerzo adicional, vemos que las fijaciones en la pared se pusieron desviadas del eje de tracción
¿Qué os parece el invento?
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