Hace mucho tiempo que iba persiguiendo una maleta de madera antigua de las que llevaban los soldados en los años 50. Son unas maletas muy difíciles de conseguir porque están muy solicitadas, pero un día mi padre se presentó en mi casa con una de ellas.
Estaba en buen estado, pero requería una importante restauración para que quedara bonita y, junto a Mª Pilar y José Antonio de CREALOTÚ, creo que lo hemos conseguido. De todas maneras podéis juzgarlo vosotros mismos porque os pongo el antes y el después.
Primero arreglamos algún trozo que se había roto, luego la pinté con un color lino y la envejecí con cera y una patina oscura para darle un toque antiguo.
El asa estaba un poco estropeada, así que la envolvimos con una cuerda de yute y Mª Pilar me ayudó a hacer un trenzado de macramé para colgar la llave. Además sacamos brillo a las cantoneras, cerraduras y bisagras.
Lo último fue entelarla por dentro, sin duda la parte más laboriosa, pero también la más bonita. Elegí una tela de loneta con un estampado antiguo en color crema y chocolate, y como remate una puntillas de ganchillo en color beige.
Ha sido un trabajo largo y laborioso, pero ha merecido la pena y estoy muy contenta con mi maleta, espero que a vosotros también os guste.
Gracias a CREALOTÚ, por ayudarme con tanto entusiasmo en este trabajo “TAN MAJO”
Fuente: este post proviene de Blog de Miraquemajo, donde puedes consultar el contenido original.
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