El espejo que llegó por sorpresa

Un día de este invierno pasado recibimos una grata sorpresa en el taller; nuestra querida amiga Concha, del Blog de una Cazachollos, no sólo nos visitaba, sino que también venía cargada (y nunca mejor dicho), con un precioso espejo de grandes dimensiones. ¡Y era para nosotras! Qué emoción de regalo y de detalle por parte de esta bloguera con la que, poco a poco, hemos ido estrechando lazos. -"Haced con él lo que os apetezca", fue la consigna de Concha...



Aquí podéis ver con mas detalle el marco, y el craquelado y las flores que lo adornan.



Sobre la mesa de trabajo, estudiamos más detenidamente la moldura para tratar de averiguar su composición, pues no es madera, como a primera vista pueda parecer. Mas bien parece corcho o papel prensado, al menos esa es la conclusión a la que llegamos. El dibujo del centro sí tenemos claro que es un decoupage.



Pues a pintar, que eso también lo tuvimos claro desde el principio. En vez de la gama de blancos, elegimos un verde manzana muy, muy suave. Comenzamos con el marco, a brochazos sueltos sin cubrir completamente.



Para continuar con la parte decorada, con la que comenzó el lío... Empezamos pintando con el pincel muy seco...-"¡Qué feo, limpia, limpia!" (menos mal que siempre tenemos un paño mojado encima de la mesa para imprevistos). Seguimos con el rodillo... "¡Queda peor, quita, quita!". Al final recurrimos a una esponja y, a pequeños toquecitos, fuimos cubriendo toda la superficie...



..., a excepción de las flores, cuyos bordes si tratamos de difuminar con la pintura.



Dimos una ligera lijada a todo el trabajo, sobre todo para suavizarlo al tacto.


Lo pusimos de pie para mirarlo con perspectiva... ¡y lo que vimos nos gustó! Así que decidimos no tocarlo más, salvo una mano de cera nutriente y protectora.






¡Mas shabby y romanticón no ha podido quedar!



Esperamos que a Concha le guste la transformación...


Nosotras estamos más contentas que unas castañuelas con él, así que nos lo llevamos a casa de Marcela Cavaglieri y sus findes frugales. ¿Nos acompañáis?



Y antes de despedirnos, queríamos mostraros un regalito que nos hicieron el viernes pasado... Nacho, el hijo pequeño de Amparo, una buena amiga nuestra, nos construyó una cajita de regalo a cada una, mientras las tres nos poníamos al día en asuntos humanos y divinos... Con tan sólo once años, nuestro amiguito es todo un hacha a la hora de planificar y construir y, si no, mirad la foto de la organización previa y el resultado final.



¡Muchas gracias, Nacho, estamos felices con nuestras cajitas!


Y ahora sí ¡Feliz fin de semana!

Fuente: este post proviene de Retro y con Encanto, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

¡Cuánto tiempo sin publicar por aquí! Lo cierto es que no estamos muy activas por redes últimamente, pero nos resistimos a irnos, eso seguro... El motivo de esta publicación es enseñaros el cambio que ...

Esta historia va del horno tostadora que veis bajo la ventana, y que un buen día dejó de funcionar. Después de cerciorarnos de que no tenía arreglo posible, lo normal habría sido deshacernos de él en ...

Recibimos este silloncito de regalo. Estaba en perfecto estado, incluida la rejilla que tan delicada es... Sólo necesitaba encolarse por algunas partes, y de ahí la cuerda que veis abajo. Después de d ...

Recomendamos