Ya hacía tiempo que quería hacer una de estas lámparas con un tarro de cristal de los de la mermelada. Una, dos, ... un ciento de ellas para adornar el jardín las noches de verano. Aunque no creo que sea buena idea dejarlas al raso toda la noche, sobre todo aquí en Galicia, que sea verano o no por las mañanas casi siempre nos encontramos con que hubo rocío por la noche. Será cuestión de guardarlas, o si nos las olvidamos fuera y las encontramos mojadas tendremos la precaución de desenchufarlas en el enchufe dentro de casa antes de echarles la mano. Y luego a secar los portalámparas con el secador de pelo.
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