Como nunca antes había hecho nada con óxido, decidí experimentar con este juego, tampoco tenía tanto que perder, y después de bucear por san google, llegué a la conclusión que solo hacía falta vinagre y sal, más fácil y barato imposible!
todo sumergido en vinagre y sal
Aquí el proceso llevaba como una semana, y me dí cuenta de que cuanta mas sal le añadía, más surgía ese bonito color verde, así que seguí añaniendo más y más...
detalle de la sal posada en el metal, donde se aprecia más el verde
A las dos semanas aproximadamente, ya decidí sacarlos, y con esta calor el vinagre se había evaporado bastante, así que quedó esta especie de tintura esmeralda. Con el dedo lo estuve repasando todo para que quedara bien coloreado.Dejé secar el juego de té.
Lógicamente, esa especie de tintura me la guardo para futuros trabajos, tiene un color muy bonito y la aplicaré en otros elementos metálicos que por su envergadura, no se pueden sumergir.
Aquí se puede apreciar el detalle del óxido y la sal incrustada y colororeada...
Huy! se me olvidaba, para una buena terminación, hay que ponerle barniz (yo le puse uno mate en espray), para que detenga el proceso de oxidación, si no, el proceso continuaría y llegaría a descomponer el metal.
Y aquí el resultado final!! Nos os parece bonito el cambio? Ahora me puedo inventar una historia (por algo tengo mucha imaginación), y pensar que lo compramos en el zoco procedente de un navío hundido, por ejemplo...
Aquí con mas detalle...
lo único malo: la tetera perdió el adorno de la tapadera :(
Mire por donde lo mire, y ponga donde lo ponga, me encanta!!!
Espero que este experimento os haya gustado, y os anime a hacer trabajos con el óxido. Cualquier pregunta podéis hacerla aquí.
Y con esta iniciativa me uno al finde frugal colorín colorado de Marcela, anímate a visitarnos!!
Muchos muakkss para todas, buen y creativo finde!!!