Un portón de entrada hecho de madera tiene bastante más empaque y atractivo que las consabidas puertas de chapa fabricadas en serie. Para los amantes de la madera estoy seguro que les encanta este trabajo, aun necesitando algunos cuidados especiales que pueden ser posibles molestias que se derivan del mantenimiento se puede conseguir una compensación al seguir siendo un elemento con bastante belleza, logrando elevar el nivel decorativo de toda la fachada.
El fenomenal ejemplo que veremos en este reportaje es obra de nuestro amigo Fenris72. Experto en montajes de carpintería, el artista nos presenta un diseño muy robusto y con un saludable aire campestre. ¡Parece la entrada de una hacienda! Desde luego merece la pena darle un relevo a la insípida y rutinaria puerta de metal, ¿verdad?
El material elegido por nuestro amigo Fenris72 es el pino tratado al autoclave. La primera labor del montaje es cortar las piezas a la medida necesaria, componiendo el marco de la puerta. Como se aprecia, el artista ha unido las tablas a inglete.
Ahora viene un marco trasero que confiere enorme solidez a toda la puerta. "Recordad que el adhesivo que utilicéis ha de ser para exterior, la cola de carpintero normal no vale, y los tornillos tienen que ser inoxidables", señala nuestro amigo.
Colocamos las bisagras y unimos las puertas a los listones que sujetarán las hojas en el muro.
Para instalar la puerta, Fenris72 recomienda afianzar en el muro ambos listones, bien nivelados, y seguidamente colgar las hojas de las bisagras, comprobando bien la verticalidad y el encaje correcto por el centro.
Se atornillan la cerradura y el pasador del suelo.
Sólo falta practicar el hueco para el buzón, y elegir el acabado para la madera. Hay varias posibilidades, explica nuestro amigo Fenris72, "pintada, con baño de aceite, o barnizada como en nuestro caso".
¡Este sera el resultado de un trabajo sensacional que cambia por completo la visión de la entrada, felicidades!