Me encantan las mamparas transparentes, sin ningún tipo de serigrafía ni dibujo, me parecen ligeras y elegantes pero también son difíciles de mantener para que luzcan siempre como el primer día, máxime si vives en la zona de levante como es mi caso, donde la cal es un auténtico problema.
Ya sabemos que suelen quedar muy bien si aplicamos un producto antical o si se limpia con vinagre de vino blanco caliente, pero ¿qué pasa con el día a día cuando después de ducharte tienes que salir corriendo porque no llegas al trabajo, colegio, etc.? Normalmente lo que se suele hacer es… nada, las gotas se secan en la mampara y luego te das la gran paliza con el producto antical o el vinagre, frota que te frota para desincrustar las manchas de cal.
Para la limpieza rápida y diaria de la mampara resulta efectivo pasar una bayeta seca antes de salir de la ducha ya que de esta forma la mampara se seca sin que se queden manchas de surcos de agua, gotas o cal. No es necesario que la bayeta absorba toda la humedad de la mampara, pero absorberá la suficiente para que no queden marcas. Este sencillo gesto te llevará apenas un minuto y obtendrás un resultado satisfactorio pero si quieres que quede un poco mejor, puedes pasarle seguidamente un papel secante.
Como ya he comentado, este sencillo truco es para el “día a día”, así que si además hacemos una limpieza semanal con un producto antical o vinagre, lograremos mantener la mampara impecable como el primer día.