1. La primera idea es recurrir a unas cajas apiladas con la tapa a la vista, que podemos decorar y personalizar para dividir por materiales. ¡Una opción ideal para enseñar a los más peques de la casa!
2. ¿Y qué os parece adaptar lo que, a priori, usaríamos como zapatero? Ocupa poco espacio, aprovecha la altura y, además, ¡nadie se imaginará que bajo él escondemos la basura!
3. También podemos construir un mueble de madera a medida o, mejor aún, adaptar alguno de los de la cocina. Para ello, tendríamos que seguir los siguientes pasos:
- Cambiar el sistema de apertura de la puerta, poniendo las bisagras en la base.
- Crear una base de madera que irá fijada a la puerta, sobre la que se apoyarán los cubos de basura.
- Colocar una cadena que haga de tope.
4. Otra posibilidad es instalar un sistema que imite al de los cajones. De esta forma, debemos construir una estructura a medida con el ancho adecuado para integrarlo dentro de uno de los muebles de la cocina. Después, realizaremos, también a medida, los huecos en los que irán encajados los cubos, para terminar colocando raíles que nos permitan extraerlos sin problemas.
5. Para todos los que disfrutéis de un jardín amplio en casa, aquí os traemos el 'culmen' del reciclaje: un centro de reciclaje, hecho con materiales reciclados, ¡simplemente genial! En concreto, como veis, se han aprovechado varios neumáticos, que se han pintado de diferentes colores siguiendo el código preestablecido para la división por materiales. Pero, ¿tenéis claro cómo es el código? ¡Vamos a recordarlo!
- Amarillo: plásticos y envases metálicos, salvo botes de medicamentos o de cosmética.
- Naranja o marrón: material orgánico.
- Verde: vidrio. ¡Recordad que las botellas deben ir sin las tapas!
- Azul: papel y cartón. Nunca debe ir en él el papel de fotografía, el que tenga pegamento o el que vaya plastificado.
- Rojo: materiales peligrosos.
- Gris: el resto de residuos.
¡Ahora toca reutilizar!
Además de separar los residuos correctamente para su posterior reciclaje, también tenemos la opción de reutilizar aquellos materiales que gastamos de forma habitual en casa, y que podrían tener una segunda vida convertidos en objetos útiles y aprovechables. Hablamos de botes o tarros empleados en la organización del hogar, cajas de la fruta que se convierten en revisteros improvisados, prendas desgastadas que se transforman para alargar su vida útil, cajas de cartón que demuestran su enorme versatilidad convertidas hasta en muebles de lo más resistentes... ¡Hay tantas posibilidades!
¡Últimos tips!
- Recordad emplear siempre bolsas de tela reutilizables a la hora de hacer la compra.
- Los productos químicos, los aceites, los objetos de gran volumen, electrodomésticos, muebles, etc. deben ir a los puntos limpios.
- Intentad limitar al máximo el uso de productos que emitan CO2, como por ejemplo los aerosoles.
- Haced limpia cada cierto tiempo del armario y donad todo aquello que ya no uséis.
Aquí podréis encontrar mucha más información para conseguir un hogar saludable y contribuir así a cuidar de nuestro planeta.