Después de mucho tiempo sin publicar, volvemos para contaros cómo hemos conseguido actualizar la zona de estar de nuestro salón, únicamente pintando de blanco algunos muebles auxiliares.
La mesa de centro era una mesa de cerezo, con un barniz rojizo que ya no nos gustaba. Además, presentaba varios arañazos producidos por el uso y el panel de la parte inferior se despegaba continuamente en cuanto ponías algún objeto que pesara un poco. En las esquinas, durante muchos años, estuvieron colocados unos protectores para evitar los golpes y al quitarlos, el adhesivo era tan fuerte, que arrancó parte del barniz.
La mesa necesitaba una intervención y decidimos que lo mejor era pintarla de blanco con pintura a la tiza. Esta pintura es ideal para conseguir un acabado vintage, además de que seca rápido y no huele.
PASO 1: Lijamos la madera con una lija de grano fino. No hace falta que insistamos mucho porque la pintura a la tiza agarra perfectamente sin necesitad de preparar la superficie.
PASO 2: Damos la vuelta a la mesa y retiramos los restos de cola. Como el panel decorativo de la parte inferior se había caído en varias ocasiones lo habíamos pegado con cola de carpintero muchas veces y fijado, además, con puntas.
Retiramos todas las puntas
Eliminamos los restos de cola rascando con una espátula
PASO3 : Pintamos el panel de la parte inferior con pintura a la tiza de color gris. Con una sola mano es suficiente porque la pintura que hemos empleado cubre a la perfección.
PASO 4: Renovamos completamente el aspecto de nuestra mesa de centro pintando con pintura a la tiza blanco antiguo. En esta ocasión hecho aplicado dos manos de pintura en toda la mesa y tres en la parte superior porque es la zona de mayor roce.
Podemos comprobar como la pintura blanca cubre perfectamente toda la madera y ya no se ve la tonalidad oscura por ningún sitio.
PASO 5: Lijamos con lija de grano fino para que la superficie quede más suave al tacto aunque, la verdad, la pintura a la tiza que hemos empleado ha quedado perfecta y casi no se ven las marcas de la brocha. Con el papel de lija vamos desgastando las esquinas para darle un aspecto más vintage.
PASO 6: Aplicamos con un pincel betún de judea por toda la superficie. Lo hacemos por partes y de manera irregular. Luego, con ayuda de un trapo untado en cera de acabado de muebles, vamos "repartiendo" el betún de judea de forma más uniforme, a la vez que retiramos el exceso hasta conseguir una pátina a nuestro gusto.
Betún de judea sobre pintura blanca
Aplicamos cera de acabo de muebles.
Pátina de betún de judea y cera
PASO 7: Decoramos el sobre de nuestra mesa de centro. Aquí hemos modificado un poco el acabado del mueble. Como se trata de la zona que más va a "sufrir" por el uso diario hemos aplicado 2 manos de barniz mate para proteger la madera.
Una vez seco el barniz, hemos decorado parte de la mesa con ayuda de un stencil y la misma pintura a la tiza de color gris que habíamos empleado para pintar el panel inferior de la mesa.
Barnizar antes de realizar la decoración con stencil, nos permite realizar fácilmente correcciones si no nos gusta cómo nos está quedando el resultado.
En un principio habíamos decidido decorar todo el sobre con caligrafía pero quedaba demasiado recargado. Así que, con ayuda de un paño humedecido en agua, fuimos retirando la pintura.
Y así es como decidimos dejar la decoración realizada con plantilla.
Pintura a la tiza y stencil
PASO 8: ya tenemos terminada la decoración del sobre de nuestra mesa de centro y, es ahora, cuando aplicamos la pátina de cera y betún de judea.
PASO 9: Actualizamos la decoración de la vitrina pintado con la pintura a la tiza de color gris los paneles centrales.
La vitrina ya nos gustaba, pero ahora ha quedado más actualizada y completamente integrada en la decoración del salón.
Como renovar una mesa de centro con pintura blanca
Estamos encantadas con el aspecto que luce ahora nuestro salón,
¡mucho más luminoso!
Esperamos que os haya gustado nuestra forma de renovar una mesa de centro, de forma sencilla y muy económica.