Es una pena que la falta de tiempo nos empuje a desprendernos de objetos a los que podemos dar una nueva vida. En mi caso la paciencia lo fue todo, porque empecé a pintarlo en verano y terminé hace unas semanas! (Con las vacaciones, los niños, la obra... no he estado yo para restaurar nada jajajaa). A veces basta un mano de pintura, un poco de tela o un lijado sin más para transformar un mueble por completo. Esa es la historia de este banco, un mueble con muchísimas posibilidades, que sus propietarios no pudieron ver. Por cierto, por más que he buscado y rebuscado entre mis fotos, no encuentro ninguna de cómo estaba el banco ni del proceso :(
Tuve que limpiarlo primero con trapo húmedo para quitar todo el polvo y la suciedad que tenía acumulado. Desde luego sus anteriores dueños, lo habían dado por perdido mucho antes de tirarlo porque tenía una buena capa de porquería jajajaa. Después lo lijé a fondo para levantar el barniz y pasé de nuevo un trapo para quitar el polvo.
A continuación le di una mano de pintura a brochazos, porque me gusta el efecto imperfecto que queda. Luego di algún brochazo más de un tono de pintura más claro y dejé secar bien. He probado diferentes tipos de pintura y distintas marcas, y la mejor con diferencia es la de Auténtico Chalk Paint. Tiene el punto perfecto de fluidez, se extiende bien, se limpia perfectamente, ves buenos resultados desde la primera capa y no se seca! Qué rabia me da tener un bote de pintura empezado, y encontrármelo seco en el siguiente uso. La de Auténtico mantiene su estado como el primer día, sin variaciones.
Cuando la pintura se secó del todo, pasé una lija suave y di una capa de cera incolora para proteger la madera. El resultado ya lo véis en las fotos, parece otro! De momento lo he puesto en el baño como mueble de almacenaje, pero también podría usarlo como descalzadora a los pies de la cama, en sustitución de las típicas sillas en la zona del comedor, o en el recibidor para dejar los zapatos al llegar a casa.
Qué os parece la transformación?
Un abrazo!!
Fotos: Sara González Carrasco