La decoración importa para la acústica
Cómo tenemos colocados los diferentes muebles y elementos decorativos en el salón influye mucho en la emisión de los sonidos. De este modo, una de las primeras normas a la hora de mejorar la acústica de un lugar es atender a la disposición de todo lo que se encuentre en él y, por supuesto, los materiales empleados. En este sentido, vamos a echar mano de algunos consejos:
- Emplear muebles de madera o muebles tapizados con un material grueso, del estilo de un felpudo.
- No colocar elementos entre los diferentes cajones acústicos, pues pueden hacer de resonadores.
- Decorar con plantas. Además de renovar el oxígeno y dar color, también ayudan a propagar el sonido, descomponiendo las ondas que pasan por ellas y mejorando la resonancia de la estancia. En cualquier caso, nunca debemos ponerlas entre las cajas acústicas.
- Usar alfombras de un buen grosor para cubrir el suelo. Este material absorbe el sonido e impide la distorsión.
Fuente: Stux/Pixabay
La importancia de los materiales
Hay ciertos materiales que son más propensos a absorber los sonidos que otros. Así, por ejemplo, las superficies de cristal sufren vibraciones al percibir las ondas sonoras, lo que provoca un efecto eco que impide escuchar los sonidos con total nitidez. Por tanto, las ventanas suponen un gran inconveniente para la acústica del salón. ¿Cómo lo solucionamos? Fácil, tendremos que poner unas cortinas de telas gruesas y afelpadas.
Pero no solo el cristal es un detonante de una mala acústica. Hay materiales que son muy poco absorbentes y reflejan el sonido, como la porcelana, los espejos...
Por el lado contrario, hay materiales que favorecen la acústica de un local, evitando la reverberación de los sonidos, como pueden ser el papel y la madera. Por ese motivo, instalar revestimientos en las paredes del salón va a mejorar la acústica del mismo. Y es que este tipo de materiales favorecen la emisión, transmisión y recepción de las ondas sonoras. Otra opción es instalar librerías de madera en las paredes llenas de libros, que se pueden convertir en nuestras mejores aliadas a la hora de mejorar la recepción del sonido.
Fuente: Moritz320/Pixabay
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