El modelismo requiere lijar los detalles con la máxima delicadeza. Y, con frecuencia, los aficionados a las maquetas, al falta de una Lima de modelismo descubren que existe un utensilio doméstico, sencillo y de lo más común, ideal para trabajar las piezas de la maqueta: la lima de uñas de su novia. O de su mamá, o de su hermana.
En efecto, la lima de uñas es un participante habitual en la creación de maquetas, dioramas, warhammer y soldados de plomo. Se nos ha ocurrido optimizar este recurso, eventual y fortuito, confeccionando limas de uñas para uso propio. De esa manera no dependeremos de nadie, y además podremos montar el papel de lija específico que convenga a nuestras necesidades.
Haciendo nuestras propias limas de modelismo no sólo conoceremos el grano del papel de lija montado, sino que lo decidiremos nosotros. Las limas de uñas que venden en las tiendas no suelen indicar el número de grano, y además no van más allá de una finura media. Es raro encontrarlas con una lija más fina que el 400, cuando un modelista emplea con frecuencia grano 1.500, y más sensibles aún. Fabricando nosotros el utensilio, podremos acoplar los números que necesitemos.
Hemos averiguado que las limas llevan un material blando, como la goma EVA, sobre una lengüeta resistente y flexible, que puede ser de plástico. ¡Manos a la obra!
Copiamos las medidas de una lima 'auténtica' para cortar las tiras de goma EVA blanca y de papel de lija.
Para pegar la lija en la goma EVA, y después ambos en la tira de plástico, hemos decidido probar un pegamento inédito en nuestro taller, el Bunitex de Quilosa, un producto de alta adherencia que tiene una cualidad necesaria en las limas de uñas: la flexibilidad.
Según leemos en la etiqueta, debemos aplicarlo, extenderlo bien en las dos superficies y esperar unos minutos a que se evapore el disolvente, antes de efectuar la unión.
Aconsejamos extender primero el pegamento en una de las superficies, extenderlo bien con prontitud, y luego hacer lo mismo en la otra tira, ya que su rapidez de secado hace que forme grumos en poco tiempo.
Una vez cumplidos los minutos de secado que estipula la etiqueta, la adherencia será fulminante, casi podríamos decir voraz. Debemos montar las tiras de lija y goma EVA con exactitud, porque no tendremos posibilidad de corregir. Empezamos ajustando por un extremo, para ir avanzando con el movimiento de una cremallera, evitando así pliegues y ondulaciones.
Conviene presionar durante unos minutos las tiras, y lo hacemos poniéndolas entre dos cortes bien planos de tablero DM, que sujetamos con varias pinzas de muelle.
Llegamos a la parte central, que determinará la solidez de la lima. Hemos descubierto que el panel de una conocida empresa de alarmas tiene excelentes aptitudes, ya que es ligero, resistente y flexible. Cortamos tiras de igual tamaño que las anteriores.
La combinación de regla de metal, cúter y plancha de corte es un equipo inmejorable para trabajar estos materiales. En algunos casos, como el plástico de nuestro panel, lo más cómodo es hacer una ligera marca con el cúter, y después ahondar el corte sin la regla, hasta seccionar el fragmento deseado.
Ahora pegamos sobre el plástico central dos tiras de lija y goma EVA, una por cada lado. Unos listoncillos de madera nos sirven para repartir bien la presión.
Ya tenemos las limas en bruto, y sólo falta recortarlas con las tijeras de cocina. Si es preciso, igualamos con el cúter las diversas capas por los laterales.
Aquí tenemos la primera edición personal de nuestras limas de uñas para modelismo. Hemos puesto lija del número 500 por un lado y del 1.000 por el otro. Podemos elegir las combinaciones que nos convenga tener; recomendamos anotar en el canto con un rotulador fino los números de grano que lleva cada lima, de esa forma no perderemos tiempo en probar.
Una lima de uñas cuesta más de un euro en el comercio. Nosotros hemos hecho media docena por ese dinero, y además con el grano exacto que nos ha apetecido.
Y por cierto, el pegamento Bunitex se ha ganado nuestra confianza.