Tan fácil y divertido como coger pintura y una brocha y ponernos a pintar.
No le tengas miedo y atrévete a cambiar cualquier mueble que tengas por casa. Te aseguro que cuando menos, te lo vas a pasar bien. Y si no te sale a la primera, no passa náaaa, ya le cogerás el gustillo.
Yo hace mucho que lo hago y , creedme, el resultado siempre no me satisface del todo, pero no me preocupa nada, pongo en marcha el cerebro y le vuelvo a dar la vuelta a todo.
Al final y cuando ya me gusta como está me hincho de pura satisfación , waaaala chavala!!
Esta es el escritorio de mi hijo pequeño y ya que me puse a pintar y a empapelar las paredes, no quería dejr pasar la ocasión de restaurar la mesa.
Para empezar la limpié con agua y unas gotas de detergente normal.
Después le dí una mano de imprimación.
El paso siguiente fué dar 2 manos de laca satinada en color azul turquesa y blanco roto.
Como remate final envejecí levemente el blanco roto con betun de judea.
Y eso fué todo, no tiene más misterio.
Abajo pongo la foto del antes para comprobar el efecto.
Pués ya ves que no tienes excusa. Es muy fácil. Y si tienes alguna duda, cuéntamela y a ver si te la puedo solucionar.
Fuente: este post proviene de Recikla-arte, donde puedes consultar el contenido original.
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