¡Es importante distinguir entre ambos conceptos! Un producto natural es el que proviene de la Naturaleza, y ello no implica necesariamente que merezca el distintivo de ecológico.
Un ejemplo: una partida de madera siempre tiene origen natural... pero si su extracción ha devastado un área de bosque, jamás podremos decir que esa madera es ecológica.
Conviene estar al tanto de la diferencia, porque algunos fabricantes y productores exhiben de forma ladina en sus artículos el término natural, con la intención de que se interprete como ecológico.
¡Es un error que no debemos cometer!
En el caso concreto de la madera, elegiremos siempre que sea posible tablas y muebles con certificado FSC.
Y ante cualquier duda, pediremos al vendedor que nos aclare las garantías medioambientales en la obtención de cualquier producto
¿Conocías este importante matiz?